Efemérides 29 de marzo: El Rey Fernando VII y la derogación de la Ley Sálica
Tal día como hoy, el 29 de marzo de 1830, el Rey Fernando VII promulgaba la Pragmática Sanción para que su hija mayor, la Princesa Isabel, pudiera reinar
Tal día como hoy, el 29 de marzo de 1830, el Rey Fernando VII derogaba la Ley Sálica, ley que impedía a las mujeres gobernar, promulgando la Pragmática Sanción para que su hija mayor, la Princesa Isabel, la futura Reina Isabel II, pudiera reinar.
La Ley Sálica por la que se regían los Borbones impedía a la Princesa Isabel, hija mayor de Fernando VII, heredar la Corona. Sin embargo, Fernando VII, aprovechándose de la norma tradicional castellana de las Partidas que su padre el Rey Carlos IV había restablecido en 1789, norma por la cual las mujeres tenían preferencia como herederas sobre los hombres si eran de mejor línea y grado, convirtió a Isabel II en su heredera.
El infante Don Carlos María Isidro nunca aceptó la decisión de su hermano, un hecho que influiría notablemente en el desarrollo de la España del S. XIX ya que poco después de morir Fernando VII, Don Carlos María Isidro reclamó su derecho al trono dando lugar a la Primera Guerra Carlista.
Don Carlos María Isidro participó activamente en la guerra. Entró en España por Navarra, donde se encontraba el grueso de sus partidarios, e incluso recorrió la Península al frente de una Expedición Real que llegó hasta las puertas de Madrid aunque no despertó entre las masas la acogida esperada y perdió la guerra.
La victoria de los liberales permitió que Isabel II ocupase el trono español. Sin embargo, este no sería el único intento carlista de alcanzar el trono español. En 1845, Don Carlos María de Isidro abdicó en su hijo Carlos Luis, conde de Montemolín, quien mantuvo viva la causa carlista. También lo hizo su sobrino Carlos tras su muerte en 1861, dando lugar a otras dos guerras carlistas. Conflictos que tendrían el mismo resultado.
¿QUÉ OTROS HECHOS TUVIERON LUGAR EL 29 DE MARZO?
1939: En el contexto de la Guerra Civil Española, los sublevados toman sin apenas resistencia las ciudades de Cuenca, Albacete, Ciudad Real, Jaén, Almería y Murcia. Tres días más tarde, finalizará la guerra que había dividido España en dos.