El ataque de Almanzor a Santiago de Compostela, cuando el gran caudillo musulmán robó el más preciado símbolo de la ciudad
La presencia de Almanzor en Santiago de Compostela ha llegado hasta nuestros días a través de numerosas referencias de fuentes islámicas y cristianas
997 d.C., año clave en la historia de Santiago de Compostela. La ciudad del Sar es brutalmente arrasada, al igual que otras partes del territorio cristiano de la época, por las tropas del caudillo musulmán Almanzor. El acontecimiento resulta una tragedia, especialmente por la pérdida del más preciado símbolo de la ciudad, las campanas de la Catedral de Santiago.
La presencia de Almanzor en Santiago de Compostela, la campaña número 48 de las 56 que llevó a cabo el gran general del Califato de Córdoba con el propósito de recordar a los cristianos quién seguía mandando en la península y obtener mayor poder gracias a sus éxitos militares, ha llegado hasta nuestros días a través de numerosas referencias de fuentes islámicas, como el ‘Kitab’, y algunas crónicas cristianas como la de ‘Crónica de Sampiro’, datada del S.XI. En ellas se atestigua el ataque de Almanzor y la destrucción de gran parte de la Catedral de Santiago de Compostela, de la que tan solo se salvó la tumba del Apóstol Santiago, también lo hizo el monje que la custodiaba en un acto de respeto por parte del sanguinario caudillo musulmán que propició gran fama al Camino de Santiago. Sin embargo, en ningún momento se menciona el robo del gran símbolo de la ciudad, las campanas de la Catedral de Santiago de Compostela.
¿QUÉ OCURRIÓ CON LAS CAMPANAS DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA ROBADAS POR ALMANZOR?
Para tener las primeras referencias del robo de las campanas de la Catedral de Santiago de Compostela hay que esperar hasta la segunda mitad del S. XII, momento en el que se recoge la historia en la ‘Crónica Najerense’. Es la primera vez que se habla del robo de las campanas de la Catedral de Santiago de Compostela, y en este documento se cita que su destino no fue otro que La Meca.
Tiempo más tarde, en el S. XIII, crónicas como la de Lucas de Tuy comentan que las campanas robadas fueron devueltas una vez el Rey Fernando III de Castilla conquista en 1236 la ciudad de Córdoba, la antigua capital del Califato de Córdoba de forma simbólica, y digo simbólica porque estas fueron fundidas para la realización de lámparas con las que poder iluminar la gran mezquita de Córdoba. Este hecho demostró que la suposición de que las campanas de la Catedral de Santiago de Compostela fueron trasladadas hasta Oriente Medio tal y como recogía la ‘Crónica Najerense’ no era cierta.
La suposición popular afirma que, tras saquear el templo compostelano, Almanzor obligó a los cristianos capturados a descolgar las gigantescas campanas de su torre para, más tarde, cargarlas a hombros durante los casi 800 kilómetros que les separaban de la antigua capital de Al-Ándalus pero, ¿es real este episodio? Lo cierto es que no se puede afirmar. No existe esa noticia ya no solamente por medio de fuentes primarias sino que tampoco se encuentra en las primeras crónicas cristianas y musulmanas que tratan el ataque de Almanzor a Santiago de Compostela. Tampoco en las crónicas posteriores de los siglos XII y XIII.
¿CON QUÉ SE LLENÓ EL VACÍO QUE DEJÓ EL ROBO DE LAS CAMPANAS DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO DE COMPOSTELA?
Tras la pérdida de las campanas de la Catedral de Santiago de Compostela robadas por Almanzor a finales del S. X, la ciudad pudo continuar informada gracias a las campanas menores que resistieron el feroz ataque musulmán. Sin embargo, para llenar el vacío dejado tras la tragedia del 997 d.C. tuvieron que pasar más de siete siglos, momento en el que fue fundida en los Países Bajos la conocida como Berenguela, nombre con el que se conoce a la gran campana que la Catedral de Santiago de Compostela luce a día de hoy, aunque esta fue reemplazada el 27 de septiembre de 1989.