Tal día como hoy, el 11 de julio de 1561, nacía en la ciudad de Córdoba el poeta y escritor español del Siglo de Oro, Luis de Góngora y Argote.

Nacido en el seno de una familia acomodada, Luis de Góngora fue el máximo exponente de la corriente literaria denominada «culteranismo» o «gongorismo». Corriente que terminarían imitando otros escritores europeos y americanos.

Luis de Góngora estudió en la Universidad de Salamanca. Fue nombrado racionero en la catedral de Córdoba, cargo que le permitió conocer toda España. Su estilo de vida y sus composiciones profanas pronto le granjearon una amonestación del obispo en el año 1588.

Ya entrados en el S. XVII, en 1603, Luis de Góngora se había introducido en la Corte, ubicada en esos años en la ciudad de Valladolid. Lo hizo con la intención de mejorar su situación económica. Es en esta época cuando escribió algunas de sus más ingeniosas letrillas y comenzó su enemistad con su gran rival, Francisco de Quevedo.

Luis de Góngora se instaló definitivamente en la Corte en 1617. Fue nombrado capellán del Rey Felipe III, aunque su posición no alivió sus dificultades económicas, que le persiguieron hasta del día de su muerte, 23 de mayo de 1627.

Entre sus numerosas obras destaca el poema mayor titulado ‘Fábula de Polifemo y Galatea’, ‘Soledades’ y ‘Fábula de Piramo y Tisbe’. Su fama fue enorme durante el Barroco, aunque su prestigio decayó hasta bien entrado el S. XX, cuando la celebración del tercer centenario de su muerte congregó a los mejores poetas y literatos de la Generación del 27, entre los que se encontraban Federico García Lora, Rafael Alberti o Dámaso Alonso. El acto supuso la definitiva revalorización crítica de uno de los grandes poetas y escritores del Siglo de Oro.