Tal día como hoy, el 16 de julio de 1212, el ejército cristiano organizado por el Rey Alfonso VIII de Castilla, el arzobispo Rodrigo Ximénez de Rada y el Papa Inocencio III derrotaba a los almohades que dominaban Al-Ándalus en la batalla de las Navas de Tolosa
La llegada de los almohades a la Península Ibérica tuvo lugar entre los años 1146 y 1147. Por entonces, ocuparon las bases fronterizas de Tarifa y Algeciras y, en el 1195, derrotaron a Alfonso VIII de Castilla en Alarcos, haciendo que las tropas castellanas retrocediesen hasta la ciudad de Toledo.
Tras esta derrota, Alfonso VIII de Castilla pidió ayuda al Papa Inocencio III, quien puso en marcha una bula de cruzada. Este hecho, propició que el resto de reinos cristianos peninsulares se unieran a la contienda y lograsen reunir una fuerza de 27.000 hombres, la mayoría de ellos castellanos.
El contingente cristiano abandonó Toledo en mayo de 1212, y avanzó hacia el sur al encuentro de los almohades. El 13 de julio de ese mismo año se encontraron frente a frente, pero la batalla de las Navas de Tolosa no comenzó hasta la mañana del 16 de julio de 1212, con las primeras horas del alba.
El inicio de la batalla de las Navas de Tolosa transcurrió tal y como habían previsto los almohades. Estos, pudieron frenar el avance cristiano, y no solo eso, durante un momento de la contienda pusieron contra las cuerdas a las tropas cristianas. Sin embargo, el Rey Alfonso VIII de Castilla, quien no quiso repetir lo sucedido en Alarcos y regresar a sus tierras con la vergüenza de ser nuevamente derrotado, supo resolver la crisis con un ataque de todas las reservas en una carga histórica que pasaría a la posteridad como la ‘carga de los Tres Reyes’, puesto que en el ataque le acompañaron los monarcas Pedro II de Aragón y Sancho VII de Navarra, apoyados por los caballeros de las órdenes militares.
La ‘carga de los Tres Reyes’ destrozó las defensas almohades y precipitó la fuga de su califa, que abandonó a sus tropas y huyó hacia Baeza. La victoria cristiana en la batalla de las Navas de Tolosa fue absoluta.