Tal día como hoy, el 18 de mayo de 1845, el Infante Carlos María Isidro de Borbón abdicaba en su hijo Carlos Luis de Borbón sus pretendidos derechos a la Corona de España.
Pretendiente al trono español, Carlos Luis de Borbón intentó desde muy joven que le fueran reconocidos sus derechos monárquicos. El primero de sus intentos tuvo lugar tras la Primera Guerra Carlista. Este fue puesto en marcha por Jaime Balmes, un carlista moderado que propuso unir en matrimonio a Carlos Luis de Borbón con la Reina Isabel II con la intención de contentar tanto a liberales como a carlistas.
Para ello, el 18 de mayo de 1845, el Infante Carlos María Isidro de Borbón abdicó en favor de su hijo Carlos Luis de Borbón, convirtiéndose en Carlos VI, quien a su vez tomó el título de conde de Montemolín. Sin embargo, la propuesta matrimonial nunca se llegó a aceptar puesto que los liberales habían vencido en la Primera Guerra Carlista y no estaban dispuestos a hacer concesiones políticas a los vencidos.
Ante esta situación, Carlos Luis de Borbón escribió desde Inglaterra un manifiesto a finales de 1846 en el que amenazaba con reavivar la lucha armada si no se buscaba una solución diplomática, amenaza que se cumplió meses después cuando en 1847 estalló la Segunda Guerra Carlista, que tuvo su foco más importante en Cataluña.
El conflicto se decantó desde un principio del bando isabelino. Los carlistas fueron derrotados en varias ocasiones por las tropas dirigidas por el general Pavía. Para intentar dar la vuelta a la situación, el ejército carlista pidió la presencia de su líder, Carlos Luis de Borbón, quien se vio obligado a volver a España de su exilio pero, al llegar a los Pirineos, fue detenido por los aduaneros franceses y hecho prisionero.
Este hecho puso fin a la guerra pero no solucionó un conflicto que dividió al país nuevamente en 1860 con el inicio de la Tercera Guerra Carlista. Guerra que terminó siendo un nuevo fracaso de los carlistas que vieron como Carlos Luis de Borbón volvía a ser arrestado con la diferencia de que, en esta ocasión, fue obligado a firmar su renuncia al trono de España.
Poco después, Carlos Luis de Borbón intentó invalidar el documento alegando que este había sido firmado bajo presión pero antes de tener la oportunidad de conseguirlo falleció de forma repentina.