Tal día como hoy, el 19 de diciembre de 1683, nacía en el palacio de Versalles el Rey Felipe V, el primer monarca español de la Casa de Borbón.
Felipe V era el segundo hijo del gran delfín Luis de Francia y, por tanto, nieto de Luis XIV, el ‘Rey Sol’, el perfecto ejemplo de monarca absolutista y su modelo a seguir. De hecho, Felipe V siguió sus pasos en España tras proclamarse Rey de estas tierras el 16 de noviembre de 1700 en el palacio de Versalles una vez muere el último monarca español de la Casa de Austria, Carlos II, Rey que le nombró heredero del trono español.
Sus primeros años de reinado no fueron nada sencillos. El miedo de muchas potencias europeas a una unión dinástica entre Francia y España acabó en un inevitable enfrentamiento por el trono español entre Felipe V y el archiduque Carlos de Austria, conflicto que duraría catorce largos años y que pasaría a la historia como la Guerra de Sucesión española.
Con el tratado de Utrecht y el posterior sitio de Barcelona Felipe V es reconocido como Rey de España y de las Indias por parte de todos los países firmantes pero el precio es renunciar a cualquier derecho al trono francés.
Felipe V fue el primer Rey de España de la Casa de Borbón. También, el primero de nuestro país en abdicar. Lo hizo de forma inesperada en enero de 1724.
Los motivos de la abdicación de Felipe V en favor de su hijo Luis I de España no se saben a ciencia cierta. En su momento se dijo que el monarca esperaba acceder al trono de Francia ante una posible muerte prematura de Luis XV y para ello no podía ser Rey de España según el Tratado de Utrecht. Otro motivo que pudiese explicar la abdicación de Felipe V es que esta acción fuera la de un hombre enfermo que, consciente de que no se encontraba en condiciones de gobernar, eligió apartarse de las responsabilidades de Gobierno.
Su hijo Luis I de España no duraría mucho en el trono. Tan solo siete meses y medio tras fallecer el 31 de agosto de 1724 por culpa de la viruela. Tras su muerte, Felipe V volvía a ocupar nuevamente el trono de España para afrontar su segunda etapa como Rey, esta vez hasta su muerte.
El Rey Felipe V fue el artífice de una nueva España, centralizada y absolutista.