Tal día como hoy, el 2 de agosto de 1968, la banda terrorista ETA cometía su primer asesinato de forma premeditada.

Su nombre era Melitón Manzanas, una persona que a simple vista llevaba una vida normal como perito mercantil. Era el gerente en una agencia de aduanas en la frontera con Francia pero lo cierto es que tras esa fachada se escondía el jefe de la Brigada de Investigación Social de la comisaría de San Sebastián.

Melitón Manzanas formaba parte de la policía política secreta que existió durante la dictadura, un instrumento vigilante y represivo de tipo permanente para defender el Estado totalitario a toda costa.

Conscientes del tipo de trabajos que Melitón Manzanas realizaba como miembro de la Brigada de Investigación Social la dirección de ETA decidió asesinarlo mediante la que denominó ‘Operación Sagarra’ («manzana» en euskera).

La operación tuvo lugar el 2 de agosto de 1968 en la localidad vasca de Irún cuando tres miembros de ETA lo esperaron frente a su domicilio, un chalet llamado Villa Arana, y una vez Melitón Manzanas llegó a su vivienda los miembros de ETA le dispararon llegando a alcanzarle hasta en siete ocasiones, y todo ello, delante de su mujer y su hija.

Melitón Manzanas fue una de las 864 víctimas mortales de la banda terrorista ETA durante sus cuatro décadas de auténtico terror. Una figura que, en enero de 2001, recibió por parte del Gobierno de José María Aznar la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo a título póstumo.