Tal día como hoy, el 2 de septiembre de 1519, el conquistador español Hernán Cortés derrotaba con su pequeño grupo de soldados y sus aliados zempoaltecas a un ejército compuesto por 40.000 soldados tlaxcaltecas.
El enfrentamiento tuvo lugar poco después de que Hernán Cortés solicitase al pueblo tlaxcalteca permiso para cruzar su territorio en su camino a la capital azteca, Tenochtitlan. Lo hizo mediante la ayuda de cuatro emisarios zempoaltecas y, a pesar de que algunos caciques tlaxcaltecas como el señor de Ocotelulco, Maxuxcatzin, estaban a favor de mantener una alianza con los españoles, finalmente, estos decidieron ir a la guerra inspirados por el líder tlaxcalteca Xicohténcatl Axayacatzi.
Así, el 2 de septiembre de 1519, las tropas de Xicohténcatl, unos 40.000 soldados, se vieron las caras contra los hombres de Hernán Cortés en Tecohuactzinco. La victoria cayó del lado español.
Al día siguiente, el 3 de septiembre de 1519, los enfrentamientos se reanudaron en los llanos de Tecohuactzinco, donde los tlaxcaltecas, nuevamente, no tuvieron oportunidad contra los conquistadores españoles.
Las derrotas ante Hernán Cortés dividieron a los tlaxcaltecas y aquellos que no querían pelear desde un principio terminaron abandonando a Xicohténcatl, quien vio rápidamente reducido su ejército sin ni siquiera volver a poder cruzar su espada contra los españoles. Pese a ello, este no se rindió y, pensando que los españoles tenían la iniciativa con el apoyo del Sol, atacó por la noche, aunque su idea terminó convirtiéndose en un nuevo fracaso.
Tras haber perdido en diversas ocasiones contra los españoles y sus aliados, Xicohténcatl no desistió en vencer a su enemigo y, consciente del cansancio de las tropas de Hernán Cortés después de los numerosos ataques, optó por una nueva embestida que finalmente no se llevó a cabo puesto que el senado tlaxcalteca le paró los pies por los anteriores fracasos en el campo de batalla y el inminente riesgo que corrían los poblados cercanos.
De esta forma, los tlaxcaltecas le ofrecieron a Hernán Cortés la paz, que se selló en Tecohuactzinco el 17 de septiembre de 1519, alianza que permitió con el tiempo poner fin al dominio del Imperio azteca con la caída de Tenochtitlan el 13 de agosto de 1521, pero eso es otra historia.