Tal día como hoy, el 21 de septiembre de 1558, fallecía a los 58 años de edad en el Monasterio de Yuste (Cáceres) el Rey Carlos I de España y V de Alemania.
Carlos I nació en la ciudad belga de Gante fruto del matrimonio entre Felipe I el Hermoso y Juana de Castilla. Además, al ser nieto del Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Maximiliano I de Habsburgo, y de los Reyes Católicos, recibió la mayor herencia que la historia haya visto.
Por parte paterna heredó el patrimonio borgoñón, los territorios austríacos y el derecho al trono imperial mientras que por parte materna heredó Castilla, Navarra, Aragón, Nápoles, Sicilia y los territorios americanos descubiertos.
Fue educado en los Países Bajos por Adriano de Utrecht, quien años más tarde se convirtió en el Papa de Roma Adriano VI, y Guillermo de Croy. Etapa en la que recibió la influencia importantes humanistas como Erasmo de Rotterdam.
Su reinado en la península ibérica no empezó de la mejor manera. Nada más desembarcar en 1517 en la villa asturiana de Tazones fue atacado al ser tomado por un enemigo aunque finalmente todo quedó en un malentendido.
Su política inicial, muy poco respetuosa con las tradiciones castellanas y aragonesas, provocó fuertes tensiones sociales en estos territorios, que incluso llegaron a sublevarse contra él.
Pese a la oposición a su reinado, Carlos I supo recomponerse y situar a los Reinos hispánicos a la cabeza de Europa, hegemonía que el Imperio español alcanzó gracias en parte a la creación de los Tercios Españoles.
La guerra marcó su reinado. Tuvo sus más y sus menos con los franceses pero su defensa a ultranza del catolicismo le granjeó nuevos enemigos, los protestantes en los Países Bajos y los turcos en el Mediterráneo.
Carlos I abdicó en 1556 en favor de su primogénito, Felipe II, a quien le otorgó los Reinos de Nápoles, Sicilia, Cerdeña así como las Coronas de Aragón y Castilla. Abdicación tras la cual se retiró enfermo de gota al monasterio de Yuste, lugar en el que falleció el 21 de septiembre de 1558.