Tal día como hoy, el 23 de octubre de 1940, en pleno marco de la Segunda Guerra Mundial, Francisco Franco y Adolf Hitler se reunían en la estación de trenes de la localidad fronteriza de Hendaya (Francia).
El propósito de la reunión era resolver las condiciones que exigía Franco para entrar en la Segunda Guerra Mundial en el bando conformado por las potencias del Eje.
Ambos dirigentes acudieron a la reunión en tren. Hitler lo hizo desde París en el tren oficial ‘Erika’ mientras que Franco, lo hacía desde San Sebastián. Franco llegó ocho minutos más tarde de lo pactado, lo que impacientó Franco a Hitler y a su ministro de exteriores, Joachim von Ribbentrop, quienes esperaban impacientes de pie en el andén. Es por este motivo que nada más llegar la primera reacción de Franco para calmar los ánimos no fue otra que dar un efusivo apretón de brazos con ambas manos al führer.
Franco acudió a la cita con el uniforme militar y un gorro cuartelero. Por su parte, Hitler lo hacía con el uniforme del partido nazi y una gorra de plato. El embajador alemán en España, el barón Von Stoher, realizó las presentaciones.
La reunión se produjo en el interior del mismo tren que había traído a Hitler y, en ella, participaron ambos dirigentes con la compañía del Ministro de Gobernación español, Serrano Suñer; el ministro de exteriores alemán, Joachim von Ribbentrop; y dos traductores. Duró aproximadamente unas siete horas y en ella no se llegó a ningún acuerdo. El motivo, las “desorbitadas exigencias españolas” entre las que se encontraban la devolución de Gibraltar, la cesión del Marruecos francés, Camerún y una parte de la Argelia francesa.
España no entró en la Segunda Guerra Mundial de forma oficial, si lo hizo la llamada División Azul, 47.000 voluntarios que operaron principalmente hasta octubre de 1943 debido a las amenazas de la Unión Soviética.