Tal día como hoy, el 26 de agosto de 1937, en plena Guerra Civil Española, la ciudad de Santander se rendía ante las tropas franquistas.
Santander formó parte de la contienda los dos primeros años de la Guerra Civil. El 18 de julio de 1936, a pesar del tradicional carácter conservador de la zona, el golpe fracasa en la ciudad y en toda Cantabria al permanecer este territorio leal a la Segunda República Española.
La principal fuerza militar de la región era el Regimiento de Valencia número 23. Los soldados de esta unidad estaban apostados en Santander bajo el mando del coronel García Argüelles.
El coronel García Argüelles era uno de los partidarios de la rebelión. Había recibido varias visitas por parte de diversos emisarios de la Falange que instaron al coronel a sumarse al alzamiento o, en caso de no hacerlo, a entregarles todo el armamento del cuartel militar. Finalmente, la descoordinación y la falta de órdenes procedentes del alto mando sublevado hace fracasar el alzamiento en Santander y toda Cantabria sin efectuarse un solo disparo.
Tras el fracaso de la sublevación en la región, la aviación del Ejército sublevado bombardeó Santander durante los últimos meses de 1936 y, de forma más regular, en 1937, especialmente en los meses de agosto y septiembre, meses en los que tuvo lugar la batalla de Santander.
El 24 de agosto de 1937, consciente de la situación, el general de la Segunda República Española encargado de la defensa de Santander, Mariano Gamir Uribarri, ordena la evacuación general hacia Asturias, que todavía permanecía leal al Gobierno de la Segunda República.
Dos días después, el 26 de agosto de 1937, soldados de la IV Brigada de Navarra y de la División Littorio entraban durante el mediodía en la ciudad de Santander bajo los vítores de una población mayoritariamente conservadora. Ciudad en la que las tropas sublevadas hicieron 17.000 prisioneros, muchos de los cuales serían fusilados de inmediato.
De esta forma la capital cántabra pasaba a formar parte de la zona sublevada. El resto de la región lo haría el 17 de septiembre de 1937 tras la victoria del bando nacional en la batalla de Santander.