Tal día como hoy, el 26 de febrero de 1901, dimitía el Gobierno de Marcelo Azcárraga. Lo hacía tras los sangrientos choques entre las fuerzas armadas y el pueblo madrileño durante el entierro del poeta Ramón de Campoamor.
Hijo del general vasco José Azcárraga, Marcelo Azcárraga estudió derecho en la Universidad de Santo Tomás, en Manila, la ciudad en la que había nacido. Tras superar con éxito sus estudios, Marcelo Azcárraga entró en la Escuela de Náutica y, más tarde, su padre lo envió a España para asistir a la academia militar.
En apenas tres años, Marcelo Azcárraga obtuvo el grado de capitán y a sus 23 años fue galardonado con la Cruz de San Fernando. Tomó parte en el derrocamiento de Espartero en 1856, también en el de la Reina Isabel II durante la gloriosa revolución, momento en el que adquirió el grado de brigadier y fue nombrado subsecretario de la guerra, cargo del que dimitió durante los primeros días de la Primera República.
Como ferviente partidario de la Restauración borbónica, Marcelo Azcárraga apoyó la proclamación de Alfonso XII como Rey de España. Su gran apoyo a la monarquía le convirtió en teniente general en la coronación del Rey Alfonso XII.
Con la Restauración borbónica, Marcelo Azcárraga adquirió un gran papel dentro de la política. Fue elegido senador vitalicio y nombrado ministro de la Guerra por Antonio Cánovas del Castillo.
Después del asesinato de Cánovas del Castillo ocupó el puesto de presidente del Gobierno de España. Lo hizo en dos ocasiones diferentes. Pese a todo siempre fue considerado como un presidente de transición.
Tras retirarse del Ejército español en septiembre de 1904 a los setenta y dos años de edad, Marcelo Azcárraga fue nombrado caballero de la Orden del Toisón de Oro por su defensa de la monarquía y mantener a España en relativa paz.