Tal día como hoy, el 28 de julio de 1809, en plena Guerra de la Independencia, el ejército angloespañol dirigido por el general Gregorio García de la Cuesta y Arthur Wellesley, quien más tarde sería conocido como el duque de Wellington, vencían a las tropas del Rey José Bonaparte en la batalla de Talavera, una de las más sangrientas de la Guerra de la Independencia Española.
Los preparativos de la batalla de Talavera comenzaron el 27 de julio de 1809 en la localidad toledana de Talavera de la Reina con pequeñas escaramuzas que anticipaban la batalla.
El ejército aliado estaba compuesto por 35.000 españoles dirigidos por el general Gregorio Cuesta y 20.000 ingleses comandados por Arthur Wellesley mientras que las tropas francesas tenían a 50.000 efectivos bajo las órdenes de José Bonaparte, el general Jean-Baptiste Jourdan y el general Claude Víctor.
A pesar de la superioridad numérica de las tropas angloespañolas, las fuerzas napoleónicas, bajo el mando del general Víctor, fueron las primeras en entablar el combate. La acción de Víctor obligó a José Bonaparte y Jourdan a intervenir pese a que estos preferían esperar a los refuerzos.
Así, comenzó una batalla, la de Talavera, enfrentamiento en el que los franceses se lanzaron una y otra vez contra las posiciones aliadas, siendo repelidos durante las diecisiete horas que duró el combate por el ejército angloespañol.
Tras ello, el ejército napoleónico, que llegó a perder 7.000 hombres en la batalla de Talavera, se retiró del campo de batalla. El bando aliado había vencido en uno de los más sangrientos enfrentamientos de la Guerra de la Independencia Española, la batalla de Talavera, aunque la victoria había sido amarga, pues 5.000 británicos y 1.200 españoles perdieron la vida durante la contienda.