Tal día como hoy, el 29 de agosto de 1622, se produjo la sangrienta batalla de Fleurus, enfrentamiento en el que los Tercios Españoles destrozaron a las potencias protestantes del Sacro Imperio durante la guerra de los Treinta Años.
El Imperio Español se encontraba en una situación complicada. Por un lado, el ejército del Conde de Tilly estaba sitiando la ciudad de Bergen-op-Zoom, lo que hacía que el general Ambrosio Spinola tuviera que mantener un ojo puesto en el frente norte. Por otro lado, el ejército del Príncipe de Maratea estaba a punto de quedar atrapado entre dos grupos de enemigos al este de Breda, y su línea de retirada hacia Amberes se encontraba bloqueada por los protestantes alemanes.
En este contexto, Gonzalo Fernández de Córdoba y Cardona, Príncipe de Maratea y general del Ejército español en el Palatinado, fue reclamado a toda prisa para detener al enemigo alemán.
Así, Fernández de Córdoba marchó a través de Luxemburgo y del terreno difícil de las Ardenas. De esta forma, con una habilísima estrategia, consiguió interceptar a los hombres de Christian von Brunswick Mansfeld y Christian von Brunswick en la frontera de Brabante.
Los Tercios Españoles, dirigidos por el Príncipe de Maratea, apenas contaban con 8.000 soldados mientras que el enemigo, que contaba con alrededor de 18.000 hombres, les superaba ampliamente. Eso no impidió a los soldados de los Tercios Españoles entablar combate y, después de varias horas de enfrentamiento, los españoles lograron romper la línea enemiga en varios puntos y presionar hasta que los protestantes se vieron obligados a retirarse del campo de batalla.
La victoria española fue completa en la batalla de Fleurus, enfrentamiento que supuso un punto de inflexión a partir del cual el Imperio Español consiguió prolongar durante cuatro décadas más su preponderancia militar en Europa.