Tal día como hoy, el 3 de marzo de 1478, los Reyes Católicos publicaban una pragmática para impulsar la industria naval en sus Reinos.

Con la conquista del valle del Guadalquivir y el dominio del golfo de Cádiz el mar cobró gran protagonismo. En Cádiz, Sevilla y los puertos costeros hasta la desembocadura del Tinto y el Odiel, se afincaron gran número de comerciantes. La propia nobleza, fuerte y rica, participó en actividades marítimas sin considerarlas deshonrosas y pronto, los Reyes Católicos, hicieron suya la inquietud por la mar.

Los Reyes Católicos protegieron la construcción naval, apoyaron la creación de atarazanas y astilleros y concedieron fueros y privilegios a las ciudades del litoral. Este hecho situó a Castilla y Aragón como grandes potencias navales. Tanto fue así que cuando Cristóbal Colón descubrió América pocos puertos europeos estaban mejor preparados que los de los Reinos hispánicos para afrontar la travesía atlántica.