Tal día como hoy, el 3 de septiembre de 1779, en el actual Estado de Colorado, unos 800 soldados del ejército español derrotaba al sangriento jefe comanche Cuerno Verde.
En aquel tiempo, el Imperio español estaba decidido a ampliar sus territorios en norteamérica. Sin embargo, un sanguinario jefe comanche se interpuso en sus planes. Su nombre no era otro que Cuerno Verde, líder de tres grandes pueblos comanches: los yamparika, los vupe y los kotsoteka.
Cuerno Verde fue un bárbaro sin escrúpulos que sembró el terror en las fronteras norteamericanas de la Corona española. Asoló poblados y haciendas y acabó con la vida de muchos rancheros, frailes y colonos de la zona.
Para acabar con esta situación, el gobernador de Nuevo México, Don Juan Bautista de Anza, al mando de 800 soldados pertenecientes a los Dragones de Cuera se dirigió a Arkansas para atacar por la espalda al ejército comanche. Ejército al que derrotó el 3 de septiembre de 1779 en la batalla de Cuerno Verde, enfrentamiento que recibió el nombre del sanguinario líder comanche que había caído en combate a manos de los Dragones de Cuera.
Los Dragones de Cuera eran tropas creadas por el Imperio español para encargarse de la defensa de las fronteras españolas situadas en los actuales Estados Unidos. Todos eran voluntarios que se alistaban por un periodo de diez años y que recibían el nombre de Dragones de Cuera por la vestimenta que utilizaban, un abrigo largo sin mangas que estaba formado por hasta siete capas de piel que otorgaban gran resistencia a las flechas de los indios enemigos.
La muerte de Cuerno Verde a manos de Don Juan Bautista de Anza y sus dragones les otorgó gran fama, incluso al otro lado del Atlántico. Al regresar a su puesto de gobernador de Nuevo México, Anza organizó dos expediciones a California, territorio en el que se fundó la ciudad de San Francisco, y más tarde firmó la paz con los indios de la frontera, acuerdo que pasaría a la historia como ‘La Paz de Anza’ y que duraría más de un siglo.