Tal día como hoy, el 31 de octubre de 1850, la Reina Isabel II inauguraba en solemne sesión, tras siete años de intensas obras, la nueva sede de las Cortes Españolas.

El nuevo edificio se ubica en la plaza de las Cortes de Madrid, entre la calle de Zorrilla y la Carrera de San Jerónimo, un lugar en el que antaño se situaba el convento del Espíritu Santo, convento perteneciente a la Congregación de Clérigos Regulares Menores que en 1823 había sufrido un grave incendio.

Con la llegada en 1834 del régimen liberal, el Gobierno moderado de Francisco Martínez de la Rosa decidió que sus reuniones se celebrasen provisionalmente en la iglesia del convento pero al asumir el poder el Partido Progresista se tomó la decisión de construir un nuevo edificio en sustitución del convento religioso.

El proyecto fue elaborado por el arquitecto Narciso Pascual Colomer. Se inició el 10 de octubre de 1843 con la colocación de la primera piedra. Las obras duraron siete años, periodo en el que los diputados se vieron obligados a reunirse en el Teatro Real de Madrid.

Finalmente el edificio se inauguró el 31 de octubre de 1850 aunque lo hizo sin sus famosos leones que presiden y vigilan sus puertas en la actualidad. Leones que fueron incorporados años más tarde con el bronce fundido de los cañones capturados a las tropas del ejército marroquí durante la guerra de 1859.