Tal día como hoy, el 5 de marzo de 1576, fallecía una de las figuras más importantes del Imperio español, el gobernador de los Países Bajos Luis de Requensens y Zúñiga.

Este militar español era hijo de Juan de Zúñiga, el cual le introdujo en la Corte de Carlos I de España y V de Alemania como paje del Príncipe Felipe, figura que pasaría a la historia como el Rey Felipe II.

En 1546 sucedió a su padre como comendador mayor de la orden militar de Santiago. Fue embajador en Roma, lugar en el que logró contrarrestar la influencia francesa sobre la Santa Sede al conseguir que Pío V fuese elegido Papa en el año 1566.

Como militar participó bajo las órdenes de Don Juan de Austria en las luchas contra los piratas berberiscos, la sublevación de los moriscos de Granada y contra los turcos en Lepanto. Lo hizo como mano derecha y lugarteniente del hermanastro de Felipe II.

En 1571 fue nombrado gobernador de Milán, cargo que le costó la excomunión de forma temporal debido a su enfrentamiento con San Carlos Borromeo. Tras este episodio, el Rey Felipe II le envió a los Países Bajos para sustituir al duque de Alba.

Luis de Requensens llegaba a estos territorios del Imperio con el encargo de sustituir la postura intransigente adoptaba por su predecesor en el cargo por una política de conciliación con la que no logró los resultados esperados.

La Pacificación de Gante firmada entre católicos y calvinistas anunciaba una posible solución, sin embargo, su repentina muerte lo cambió todo.