Tal día como hoy, el 6 de julio del 985, la ciudad de Barcelona se rendía ante las tropas del gran caudillo musulmán Almanzor.

Nacido en Algeciras en el año 939, Almanzor fue un gran militar al servicio del Califato de Córdoba que atormentó a los Reinos cristianos de la época. Llegó a realizar un total de 56 campañas militares, gracias a las cuales cruzó toda la Península Ibérica, incluso llegó a arrasar una de las localidades cristianas más simbólicas del momento, Santiago de Compostela.

Curiosamente, aunque varias de sus razzias se encuentran muy bien documentadas, las fuentes no son abundantes en lo relativo a la toma de Barcelona. Del lado cristiano, se encuentra la ‘Crónica del monasterio de Sant Pere de les Puelles’, que es posterior a los acontecimientos y presenta serias dudas. El mismo problema aparece en los relatos árabes. Sin embargo, en libros, artículos y tesis doctorales hay puntos comunes. Uno de ellos es que Almanzor esperó para asaltar la ciudad a que los condes de Barcelona se hubieran desligado ¬definitivamente de los Reyes francos.
Almanzor salió de Córdoba el 5 de mayo de 985 y emprendió el camino hacia Barcelona por la costa mediterránea. El asalto fue precedido por una batalla en la que el conde Borrell II intentó evitar lo que se avecinaba sin éxito. Existen grandes discrepancias sobre dónde y cuándo se produjo este enfrentamiento, pero lo que es seguro es que el ejército del conde Borrell II fue derrotado por las tropas de Almanzor.

Las fuentes árabes y cristianas coinciden en señalar que Almanzor se plantó ante los muros de Barcelona el 1 de julio de 985 e iniciaron un cerco que para los barceloneses resultó imposible de resistir debido a la enorme superioridad del ejército musulmán. Ante este hecho, la ciudad de Barcelona poco tardó en caer y el 6 de julio del 985 Almanzor tomó la ciudad de Barcelona a sangre y fuego.