Joaquín García-Morato, el gran as de la aviación española que dominó los cielos durante la Guerra Civil Española bajo las órdenes de Francisco Franco

Al término de la Guerra Civil Española, Joaquín García-Morato había derribado más de 40 aviones y luchado en más de 140 combates aéreos

Joaquín García-Morato y Castaño, así se llamaba el gran as de la aviación española que dominó los cielos durante la Guerra Civil Española bajo las órdenes del general Francisco Franco, un héroe de guerra cuyas grandes hazañas le permitieron obtener la más preciada condecoración del Ejército español, la Cruz Laureada de San Fernando.

Nacido en Melilla en 1904, Joaquín García-Morato ingresó a los dieciséis años en la Academia de Infantería de Toledo y, con el rango de alférez, fue destinado a Marruecos, país en el que falleció su padre en acción de guerra en 1924.

Tras la muerte de su padre, Joaquín García-Morato solicitó hacer el curso de piloto, curso tras el cual se sumó al Grupo de Melilla, tomando parte así en numerosas acciones en la guerra contra Marruecos. Ya en el año 1930 se convirtió en profesor de la Escuela de Transformación de Guadalajara y al año siguiente de la Escuela de Pilotos de Alcalá de Henares.

LA GRAN HAZAÑA DE JOAQUÍN GARCÍA-MORATO, EL GRAN AS DE LA AVIACIÓN ESPAÑOLA, DURANTE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA

El capitán Joaquín García-Morato, el gran as de la aviación española

La sublevación militar de julio de 1936 le sorprendió mientras realizaba una exhibición aérea en Inglaterra. Nada más aterrizar en España, a principios de agosto de 1936, Joaquín García-Morato se unió al bando nacional.

Durante la Guerra Civil Española, Joaquín García-Morato realizó misiones de caza en Andalucía, pero su acción más destacada durante la Guerra Civil Española tuvo lugar el 18 de febrero de 1937 cuando se enfrentó, junto a Narciso Bermúdez de Castro y Julio Salvador y Díaz-Benjumea, a una treintena de aviones enemigos durante la batalla del Jarama, acción por la cual recibió la más preciada condecoración del Ejército español, la Cruz Laureada de San Fernando.

Al término de la Guerra Civil Española, Joaquín García-Morato había derribado más de 40 aviones, realizado más de 1.000 horas de vuelo, participado en 511 misiones de guerra y luchado en más de 140 combates aéreos.

Tres días después de la finalización de la Guerra Civil Española, el 4 de abril de 1939, Joaquín García-Morato falleció como resultado de un accidente mientras efectuaba una exhibición para la realización de una película de guerra en el aeródromo toledano de Griñón con su famoso avión 3-51. Un triste final para el gran as de la aviación española que dominó los cielos durante la Guerra Civil bajo las órdenes de Francisco Franco.

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