Tal día como hoy, el 9 de marzo de 1951, fallecía el general del Ejército español Gonzalo Queipo de Llano.
Tras combatir en Cuba y Marruecos, Gonzalo Queipo de Llano alcanzó el puesto de general por méritos de guerra aunque su posición dentro del Ejército quedó estancada durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, dictadura contra la que arremetió en varias ocasiones. De hecho, junto a Ramón Franco y un pequeño grupo de oficiales protagonizó a finales de 1930 un frustrado asalto al aeródromo de Cuatro Vientos en el cual se hizo con la estación de radio y difundió la falsa noticia de que en España se había instaurado la República.
Tras este hecho, Gonzalo Queipo de Llano se exilió a Francia y no volvió hasta que se instauró el Gobierno de la Segunda República para hacerse cargo de la Capitanía General de Madrid, convirtiéndose así en poco tiempo en uno de los militares más importantes del nuevo régimen en el que llegó a ser ministro de la Guerra y jefe del Cuarto Militar del Presidente de la República, cargo este último que ocupo hasta marzo de 1933. Fue relevado por el propio presidente de la República por una serie de comentarios desfavorables al Gobierno. A partir de este momento, Gonzalo Queipo de Llano quedaría nuevamente en segundo plano.
En abril de 1936 se entrevistó en Pamplona con el general Emilio Mola y, en una segunda entrevista, se comprometió plenamente en el alzamiento militar contra la República al aceptar sublevar la VII División Orgánica con cabecera en Valladolid, más tarde sustituida por la plaza de Sevilla, al ser desplazado a Andalucía.
El 18 de julio de 1936, desde su destino en Huelva, se enteró oficialmente de la sublevación en la guarnición de África. Enseguida se dirigió a Sevilla y, tras detener al general José Fernández Villa-Abrille, jefe de la II División Orgánica, que se negaba a secundar la rebelión, proclamó el estado de guerra y ordenó detener al gobernador civil de la provincia y demás autoridades locales.
Terminada la contienda, la distancia existente con Franco, al que llamaba ‘Paca la culona’ se hizo insalvable y los incidentes entre uno y otro fueron innumerables. Finalmente fue destituido de la Capitanía General de Andalucía y confinado a Burgos. Posteriormente enviado a Italia al frente de una misión militar.
En 1942 regresó a España, estableció su residencia en Sevilla y, desde entonces, permaneció alejado de cualquier cargo militar en situación de disponible forzoso.