Tal día como hoy, el 4 de diciembre de 1870, Amadeo de Saboya aceptaba oficialmente su designación para ocupar el trono de España.
Hijo del Rey Víctor Manuel II de Italia y de María Adelaida de Austria, Amadeo de Saboya heredó el título de duque de Aosta. En 1867 contrajo matrimonio con María Victoria del Pozzo della Cisterna poco antes había participado en la guerra contra Austria, en la que resultó herido y ganó gran reputación. Tras el conflicto fue ascendido a brigadier de caballería y, en 1869, a vicealmirante de la Armada italiana.
Por aquel entonces, en España, la revolución de 1868 provocó la abdicación y el posterior exilio de Isabel II, un hecho que obligó al general Prim, jefe del Gobierno, a buscar a un nuevo monarca para el trono español.
Después de numerosas gestiones entre las familias reales europeas, Prim se decantó por Amadeo de la casa de Saboya, casa la cual, según el Tratado de Utrecht, tenía derecho sucesorio en España en caso de no contar con ningún representante de la dinastía borbónica.
Amadeo de Saboya aceptó el ofrecimiento, siempre y cuando fuera elegido por las Cortes y reconocido por todos los Estados europeos. Sin embargo, al llegar a España, su máximo valedor, el general Prim, cayó asesinado. Aquello dejó su situación en entredicho puesto que no contaba ni con el apoyo de los republicanos ni de los carlistas.
Pronto se alzaron voces contrarias a Amadeo de Saboya, entre ellas la del ejército, la de la aristocracia y, sobre todo, la de la Iglesia, contraria a la vigente Constitución de 1869. Además, la creciente crisis económica y financiera provocó la caída de los sucesivos gobiernos de Amadeo de Saboya, quien abdicó en febrero de 1873 con la excusa de una sublevación en el seno del ejército, decisión que fue aceptada por las Cortes, las cuales proclamaron a continuación la Primera República.